Col·laboracions


CUATRO CARTAS A MANOLO Y A LOS QUE, VENIDOS DE FUERA DE CATALUNYA, QUIEREN SER CATALANES

SEGONA CARTA

Querido amigo:

El filósofo Ortega Gasset suspiraba por un sol, Castilla, con satélites -as regiones- dando vueltas a su alrededor (España invertebrada). Catalunya se resiste a ser satélite de ningún sol. Este rechazo la hace merecedora de la animosidad de muchos españoles. Les duele que lo español esté ausente de Catalunya. Esto se debe a su conciencia de ser "ella". ¿Nacionalismo? Sí, pero puramente defensivo, enfrente del nacionalismo español en su grado españolista -recuérdese a Elías de Tejada- es agresivo e imperialista.

Tú sabes, Manolo, lo qué es "el síndrome de Estocolmo". La hija de un millonario sueco raptada por unos delincuentes que la utilizan para extorsionar al padre; pero la raptada termina enamorándose de sus raptores y colaborando con ellos. He aquí el motivo principal del Movimiento Nacional: No sólo anihilar todas las manifestaciones de la identidad catalana sino esta misma identidad y tratar de que los catalanes renegaran de serlo y se convirtieran en españoles..."españoles" según el concepto corriente y oficial de este calificativo. Todavía hay quien sostiene la necesidad de ese síndrome. De boca de personajes conspicuos más de una vez se han oído sentencias como esta: "¡Qué bien, Catalunya, si no fuera por los catalanes!" O como esta otra que dejo sin traducir: "Delenda est Catalonia".

Manolo, sin duda oyes hablar de catalanistas y de catalanismo. Son vocablos que se utilizan para expresar el sentirse catalán cada vez que es necesario. Enfrente del catalanismo puramente defensivo se ye que el "españolismo", el de "Castilla ha nacido para mandar", en forma de una verdadera religión. El "españolismo" es la reacción (lógica, hasta un cierto punto) contra la pérdida del imperio "en el que no se ponía el sol". Nacido en el siglo XVIII, ha sido obra de intelectuales como Vázquez de Mella, Donoso Cortés, Menéndez y Pelayo, Ganivet... y más recientemente Ortega, Unamuno, etc. Convertida en una ideología, sus repercusiones en la práctica son conocidas. Se caracteriza por su antieuropeísmo y por la afirmación -casi adoración- de la propia identidad, en la que los propios defectos son considerados constitutivos de esta misma identidad (la España castiza). Creció en el siglo XIX cuando España perdió las colonias, Cuba, la guerra con Marruecos y cuando diversas corrientes filosóficas empezaron a sacudir la doctrina tradicional. Siguieron a estas desgracias otras como las luchas sociales en los medios industriales, la aparición del socialismo y del anarquismo, las bombas, etc. El españolismo siente miedo de lo nuevo que, además, siempre suele venir de fuera. Lucha para conservar "las esencias". Resurgió con el franquismo, gracias a José Antonio Primo de Rivera, Hedilla, Giménez Caballero, Dionisio Ridruejo (luego arrepentido) hasta el punto de proponerse la recuperación de un cierto imperio parecido al de los Austrias, interpretado inmediatamente después en clave espiritual en el que España, según ellos, pasaba a ser "la reserva espiritual de Europa". Su identificación con el integrismo católico, es innegable por lo de ser una religión. Su compenetración es total.

Me ayudarían a demostrar que, de por si, el españolismo es una religión, los grandes especialistas en la materia como Mircea Elíade, Levy Straus, Berger, etc.  Tiene un dogma central: "la sacrosanta e indisoluble unidad de España", en competencia -por lo de sacrosanta- con el mismo Dios. En la Falange, además, tenía su moral (leyes, consignas) y su culto: brazo en alto, camisa azul, cantos, etc. Sin esta "liturgia" el españolismo se mantiene vivo en muchos españoles a título personal, pero especialmente en el ejército y en diversas asociaciones e instituciones civiles.

En un pueblo tan profundamente religioso como el español, integrismo y españolismo, se dan el brazo, pugnando por una nueva "cristiandad" en la que sea verdad "español igual a católico". En tiempos pasados no serlo, era inconcebible para un españolista tanto como para un integrista católico. De aquí que el españolismo haya inspirado muchos documentos eclesiásticos, cartas pastorales, determinadas fiestas religiosas, etc. En Catalunya, con pocas excepciones, fueron las congregaciones religiosas de enseñanza (constituidas muy mayoritariamente por castellano parlantes) las dedicadas a enseñar e imponer el españolismo. Se castigaba el hablar en catalán incluso en el recreo: se convertía a los mismos compañeros en espías unos de otros para atrapar y denunciar al compañero infractor, que luego era castigado.

La "indisoluble unidad" no se discute. Es un dogma. "España antes roja que rota". Lo de "sacrosanta" les va bien a los españoles católicos para los cuales es así "por la gracia de Dios, porque Dios ha escogido España para grandes empresas. Para los no creyentes, la indisolubilidad le viene -dicen- de su peculiar historia.
Vayámonos, ahora, Manolo, a ver qué nos dice la tierra catalana y su historia. Habrás notado, amigo Manolo, que los catalanes, por muy enamorados que estén (¡que lo están¡) de su tierra, lamentablemente no conocen su historia. No sé si es debido a que no les es enseñada o a que no es aprendida. De aquí que su patriotismo no pasa de ser instintivo. Esto no basta: conviene que sea un patriotismo ilustrado. Esta ignorancia ataca hasta a universitarios y a diputados al Parlamento. ¿Cómo la va a saber el obrero, el inmigrante, el pueblo llano?
Y ¿qué decir del suelo de Catalunya?

Catalunya todavía conserva un cuarenta y cinco por ciento de su suelo ocupado por bosques, con gran variedad de flora y de fauna. Tiene zonas desérticas y zonas selváticas. La tierra (el pastor) se casa con el mar (la sirena), según una conocida sardana, la danza democrática por excelencia... Sus ríos son aprovechados al máximo igual que la tierra laborable: "el catalán, de la tierra saca pan". Su nacimiento como pueblo, a raíz de la expulsión de los sarracenos, es totalmente diferente del de Castilla-España. Al llegar aquí, doy la palabra a Arnold Hottinger, un periodista suizo (imparcial, por definición) que ejerció bastantes años en Madrid, quien nos dará una lección condensada de historia de Catalunya: "Catalunya emerge en contacto con el Imperio Carolingio (s. IX); es un territorio mayor que el de Albania, Bélgica, Líbano, etc., y con más habitantes que Bolivia, Noruega, Paraguay, Uruguay, etc.) Vino a ser una unidad cultural, lingüística en su situación dentro de la Península Ibérica encontraba el mar, mientras que detrás de los Pirineos se encontraba Francia y Europa. Para los castellanos aquello suponía tener que luchar solos y aislados contra los musulmanes que se habían apoderado de casi toda la península. Catalunya, en cambio, convertida en muralla de contención, contaba con la ayuda de las tropas de Carlomagno. Además, las comunicaciones de Catalunya con Francia y con Europa nunca se cortaron ni siquiera en los momentos de peligro.

En su aislamiento los castellanos se vieron obligados a ocupar la meseta central de la península y, desde allí, trinchera a trinchera, reconquistar el terreno a los sarracenos... Esto marcó a los castellanos como combatientes en pro de la religión y contra los infieles… También en Catalunya hubo una especie de "reconquista", pero con características muy diferentes y sin que su defensa, más que su lucha, contra los sarracenos, dejara impacto apreciable en el temperamento catalán.  Por su parte la meseta castellana tiene una altura media de 900 metros sobre el nivel del mar. El clima es riguroso. El suelo es pobre.

Las tierras bajas menos pobres y hasta, algunas, ricas, constituyeron para Castilla una tentación constante, principalmente porque los castellanos eran fundamentalmente pastores con incontables rebaños. Las tierras conquistadas lo eran en vistas al aprovechamiento de los pastos: Organizarlas políticamente estaba fuera de sus intenciones. Catalunya, no tan pobre, con sus más de trescientos quiilómetros de costa, podía bastarse a si misma, una vez expulsados los sarracenos. Esta relativa seguridad creó en los catalanes el amor y el apego a la casa paterna, al lugar, al entorno, al paisaje, etc. que les hizo ser poco batalladores. Ese amor se refleja en los apellidos: Muntanya, Serra, Riu, Bosc, Rovira (robledal) Alsina, Camps, etc.

Las tierras recuperadas a los sarracenos eran organizadas políticamente desde el primer momento. Además, ha sido siempre una segunda patria. Para aquellos que han tenido que abandonar la suya. El ejemplo patético fue el final de la Guerra Civil, con la llegada de miles de andaluces y de otros puntos de la Península." El catalán es todo lo contrario de un racista. "El amor todo lo puede" y, si se enamora, no repara ni en la procedencia, ni en el apellido, ni en el talante del objeto de su amor. Esto explica la abundancia de matrimonios "mixtos" catalano-españoles: Gutiérrez, Martínez, Pérez, etc. acompañan a menudo a Juvanteny, Xaixás, Fréixer, Reixach, Sitges, etc. de tan difícil fonética para los no catalanes. Pero demos de nuevo la palabra a Hottinger. "Los catalanes nunca han sido esclavos. Ocuparon su tierra como labradores que la arrebataron a los sarracenos... nunca se sujetaron de todo a los nobles. Los de las ciudades reclamaban sus derechos cuando les eran negados. Al ser requeridos para alistarse a una campaña militar, el jefe tenía primero que jurar que respetaría sus derechos ancestrales. También lo tenían que jurar los condes o los reyes. Esto se resolvía con el "pacto" entre las dos partes... Cuando Jaime el Conquistador quiso emprender la campaña contra Mallorca... primero tuvo que persuadir a los ciudadanos de Barcelona para que le financiaran ... Una vez conquistado el país, éste continuaba con sus usos y costumbres."

El último rey catalán Martín el Humano, muere sin sucesión y, por razones dinásticas, Catalunya, por el Compromiso de Caspe (1414) cae bajo el dominio castellano. Y aquí comienzan su serie de infortunios.
Adiós, hasta la próxima.

J. ROVIRA TENAS

 

Inici | Hemeroteca |
Col·lectiu El Breny | Sant Vicenç de Castellet